La correa de distribución es uno de los elementos clave para que el vehículo funcione. De hecho, sustituirla suele ser costoso…

Una correa de distribución es un elemento con forma de “cuerda” que coordina el movimiento del cigüeñal y el árbol de levas. Así, las válvulas se abren y se cierran sin golpearse entre los pistones. Se trata de una tira de caucho con el interior dentado para permitir el paso de la energía mecánica entre un piñón de arrastre y el otro arrastrado e impedir que se desplacen cuando no les corresponde. Su objetivo es que precisamente esa apertura y cierre de válvulas sea en el momento adecuado mientras los cilindros salen y entran.

Obviamente, es un elemento que con el paso del tiempo y el rodaje necesita ser sustituido, siendo además una avería bastante frecuente, aunque no imposible de prevenir. Por tanto, hay que prestar atención especial a su vida útil.

Rara vez se rompe de golpe la correa de distribución, sino que más bien suele tener un desgaste propio del uso, lo que hará que tu coche suene raro o se comporte de forma atípica. Si adquieres un coche de segunda mano, es una pregunta clave que tendrás que realizar para calcular más o menos el tiempo de vida útil estimado que pueda quedarle.

Como aproximación, la vida útil de una correa suele oscilar entre los 60 000 y los 160 000 kilómetros, o entre cuatro y seis años. Aun así, hay ciertos “síntomas” que puedes controlar para saber cuándo te toca cambiar tu correa de distribución: Ruidos raros, vibraciones excesivas, signos de desgaste, dificultades en el arranque, exceso de humo o manchas de aceite, entre otros. En cualquier caso, la revisión de la correa de distribución por parte de Talleres Matón 21 es garantía de tranquilidad.